El cerdo ibérico es el animal de referencia de la gastronomía española. Su inconfundible sabor y la diversidad de cortes y platos que se pueden preparar con su carne le han otorgado una fama internacional.

En este artículo te contamos 7 curiosidades sobre el cerdo ibérico que seguro te van a sorprender.

Es una especie única en el mundo

Se dice que el origen de esta raza procede de una mezcla entre el cerdo blanco y el jabalí durante la época de los fenicios. El cerdo ibérico se diferencia del cerdo blanco en su fisiología. Cuentan con un cuerpo esbelto, patas alargadas y fuertes. Dentro de esta raza tan especial para nuestra cocina encontramos diferentes subespecies, clasificadas según su hábitat:

  • Retinto
  • Tobiscal
  • Rubio Andaluz
  • Manchado de Jabugo
  • Negro lampiño
  • Negro entrepelado

Ellos son de pata negra

Aunque el concepto «jamón de pata negra» es bastante reconocido, pocos saben el motivo real por el que se dice esta expresión. Su origen está en el color de sus pezuñas que, al igual que su pelaje, se convierte en un distintivo exclusivo de esta raza de cerdo.

origen del cerdo Ibérico

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Su color no siempre es el negro

Hablando del color, el cerdo ibérico se caracteriza por tener el pelaje negro o colorado según la subespecie. Sin embargo, los cerdos de pelaje colorado pueden confundir en sus primeros días de vida, pues tienen el color rosado característico del cerdo blanco al nacer.

El cerdo ibérico es un animal activo

Por su apariencia y tamaño, puede parecer que es un animal sedentario. La realidad es diferente: un cerdo ibérico puede andar más de 14 kilómetros al día buscando alimento. La distancia que caminan aumenta sobre todo durante la montanera, que es la última fase de la cría del cerdo ibérico. En esta fase, los cerdos recorren la dehesa buscando bellotas, su alimento principal en la última etapa de su vida.

Un animal pesado

Aunque el peso medio de un cerdo ibérico en el momento de su sacrificio está en torno a los 160 kilogramos, existen especímenes que alcanzan hasta los 300 kilos. El peso del cerdo depende de la etapa en la que se encuentre. En la fase de cría, que dura hasta que el lechón finaliza el destete, alcanza los 23 kilos. Tras esto, empieza la recría, en la que el cerdo incorpora diferentes alimentos a su dieta y llega a pesar hasta 57 kilogramos.

La etapa de cebo suele ser la más larga e importante, pues es en la que el cerdo ibérico aumenta más de peso. En esta etapa es donde aparecen las diferentes variedades de productos de cerdo, según la alimentación exclusiva o mixta del animal: bellota, cebo de campo… Un cerdo en el último momento de la fase de cebo puede pesar hasta 105 kilos.

La última fase es la montanera, donde el cerdo es más adulto y alcanza el máximo de su peso. Como mencionamos antes, es la etapa en la que el cerdo deambula por la dehesa buscando su alimento.

El mito de sudar como un cerdo

Aunque sea una expresión muy común, lo cierto es que los cerdos ibéricos no pueden sudar. Esto es así porque no tienen glándulas sudoríparas. Para regular su temperatura y protegerse del sol, los cerdos emplean principalmente el agua y el barro.

Del cerdo… hasta los andares

Este dicho sobre la carne de cerdo es un clásico en el refranero español, y es totalmente cierto. Desde embutidos hasta diferentes cortes de carne como la presa, la pluma o el secreto, el cerdo ibérico se establece como el claro protagonista de la gastronomía española en cuanto a carnes se refiere.

Esperamos que te hayan gustado estas 7 curiosidades sobre el cerdo ibérico. Seguro que después de leer este artículo te han entrado ganas de disfrutar de un buen plato de jamón ibérico o de una tapa de carrillera, como a nosotros.

Durante casi 40 años, en SAPIENCIA IBÉRICA de Hermanos Cárdeno Chaparro nos hemos dedicado a la fabricación de jamones y embutidos del cerdo ibérico en el corazón de la Sierra de Huelva. Te invitamos a visitar nuestra web para conocer todos nuestros productos relacionados con este curioso animal.